agosto 16, 2010

Infrasonía 11

Se siente como caminar muerta.
Mi cuerpo se cansa pronto, no puedo defenderme del ambiente.
Me siento hecha un ovillo, respirando a penas y sin muchas ganas.
No puedo pensar con claridad, me cuesta sostener la mirada, me cuesta mantenerme despierta.
Deben ser las vitaminas que me faltan, los anticuerpos que no genero, las condiciones oníricas que me aprietan.
Deben ser las ganas de vivir sola, de habitar en un paralelismo no descubierto.
Me cuesta, en fin, lo cotidiano de la vida. Me cuesta mantenerme saludable.
La piel me duele, la cabeza me da vueltas.
No sé si la niña de la ventana saltará, al menos podría intentarlo y ver (o no ver) que pasa.

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