diciembre 24, 2010

Infrasonía 73

En el fondo ¿qué busco?
No lo sé. ¿Busco algo?
¿No lo encuentro en mi mente cada noche antes de dormir? ¿No siento el murmullo de las voces de mil exploradores, acá arriba, en mi cabeza que da vueltas?

Cuando llego al cielo, por ejemplo, y mantengo animadas conversaciones con tantos pájaros ebrios. ¿No estoy encontrando precisamente lo que busco? Esa sensación burda y tibia que parece sacudirme la mal/nostalgia de la que suelo ser presa. Porque ese tipo de nostalgia que siento yo, no es esa que deben sentir otras personas, más amables y cálidas en el trato, no es esa sofisticada angustia que da toquecitos placenteros en las paredes internas del pecho. La mal/nostalgia que se apodera de mis tardes grises, como esta, como ahora; es más bien una suerte de bulliciosa y asquerosa orgía entre odios, malos deseos, malos augurios, ganas de matar a alguien, ganas de romperme un dedo, de quebrar el vidrio. De tratar de puta a mi madre y hacer llorar a mi padre hasta verlo consumido en mi pies, ganas de tragarme la valentía oscura que me permita salir volando por el techo, drogarme hasta desaparecer de mi propio mapa. Terrible nostalgia del engendro que debo haber sido en otra vida, que sé yo. Ganas de no ser nadie, de no ser vista, ni oída, ni tocada por el viento. Ganas horribles de estar tan sola que no pueda soportarlo, de herirme mucho, de ser expulsada del planeta y condenarme a estar confinada en el lugar más inhóspito posible.
Alimentarme de ratas muertas, de cadáveres putrefactos de perros atropellados, beber de los charcos de agua sucia de cualquier calle, dejar de ser una persona y ser una sombra que aparece en los espejos de las mujeres buenas y asustarlas y golpearlas y apedrear a los hombres y despedazar sus orgullos viriles.
Maltratar niños y ancianos, reirme llorando, caerme en la desesperación de estar envenenada
¿Y si es eso lo que busco? ¿Y si es hacia allá a donde se dirigen mis erráticos pasos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario