diciembre 21, 2010

Infrasonía 68

Como pasa siempre me convierto en pasajera que viaja hasta la luna.
No me puedo escapar por las noches, sigo victimizando mis giros de medianoche.
Siento que me empuja el brillo del cielo, me trae de nuevo y mil veces a su profundo sueño.
Estoy de vuelta, una vez más. Como si no me hubiera ido nunca.
Y los antiguos conjuros ya no sirven, pedaleo hasta lo que conozco de memoria.
Me siento magnetizada como siempre.
Me arrastro con las rodillas heridas.
Vete luna, bésame en la mejilla. No quiero estar de nuevo clavada en tu desértica palidez.

Te imagino a ratos, corriendo carreras en mi mente, insultándome a través de un espejo.
Reflejando mi rabia, devolviéndomela mezclada con alcohol.
Te veo de reojo jugando con mis memorias, tocando mis fibras que resisten.

No quiero verte, no aparezcas. Demonio disfrazado de luna.
No quiero tus enigmas de traición, no quiero el letargo de tus labios mordidos.
No quiero verte llevándote de nuevo mi voz al limbo.
Ángel a la inversa, devuélvete.
Como sea, no lo intentes.
Mirada de nausea no finjas simpatía.
Me lavo las manos después de vomitar tu historia.
No te quiero cerca. No quiero el miedo que me produce tu nombre. No quiero verte en la calle. No quiero que recuerdes mi casa.
Te he visto matarme antes, no te veré hacerlo de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario