septiembre 07, 2010

Infrasonía 38

Río abajo mi mierda violenta, leve el suspiro de mi pecho abierto, mi boca mordida sangrando demencia. Una uña enterrada en el fondo de una grieta fresca, alarido placentero de la crudeza interna.
Dureza que increpa mi entraña sangrante, apuñalo el tormento, me consumen mis gritos.
Profiero blasfemias. Muero perpetua.

Cae por mi frente mi mierda violenta, incinerado el alivio de mis pulmones hinchados.
Me dejan sorda las explosiones turbulentas, no aguanto un segundo, me aniquilo en tormenta.
Desaparezco cadavérica, pálido mi cuerpo golpeado.
Encuéntrenme desagranda, alimenten buitres con mi carne.
Encuéntrenme desgarrada, azotada, masacrada con violencia.

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