septiembre 29, 2010

Infrasonía 48

En el momento expansivo que explique la explosión aguda de mis venas, podré confesar algo.
Cuando se ahogue el último sonido de mis labios dormidos, intentaré expeler sílabas que se esconden.
Instante incoloro, de tanta luz encandilado, color no inventado.
Si siento mis huesos hacerse astillas bajo el pulverizador brillo que rebota de tus pupilas, no podré perder nada y las palabras últimas saldrán por si solas.
Pantallas solares rotas, bloqueadores quemados, carbones en vez de ojos.
Vidrios en vez de uñas, fierros torcidos cayendo de los hombros, carbones en vez de dientes.
Terrible adorado momento de crucial estrategia.

septiembre 28, 2010

Infrasonía 47

Tan fácil de romper. Ola azul, derrotada en el azote.
Silencio en el color de los ojos, personas en las pestañas lánguidas.
Te veo venir, como un ligero mareo, aluvión de ideas ruidosas. Día y medio de desface en terrenos acuosos/mentales.
Suave pasos sobre mi frente intoxicada, tambores mis sienes, adelantando el holocausto.
Te veo venir, desesperación y vacío. Soledad celosa. Amargo flashback de mis hombros agotados.
Luz negativa impresa en mi piel, piedras en los bolsillos.
Genocida instinto.
Peligrosa naturaleza.
Caminata a ciegas que no evito.
Camino helado que conozco.
Torturas propias que domino.
Sacrificios que no cuestiono.

septiembre 25, 2010

Infrasonía 46

Podría ser sicaria, podría ser la venganza.
Podría planearlo todo, no es dificil como suena.
Podría intentarlo en silencio, sin expectativas claras.
Podría arrugar ese antes, disminuirlo en la pobreza.
Podría jugar bien, demilitar los movimientos.
Podría ser estratega, podría lograrlo de a poco.
Podría sonar casual, podría reirme entre dientes.
Podría hacer el guión de la escena de mi mente.
Podría dibujar el desenlace sin un poco de remordimiento.
Podría manipularlo todo, podría acabar eso por siempre.
Podría ganar a propósito o perder sin siquiera saberlo...

septiembre 23, 2010

Infrasonía 45

Dulce, como las tenues luces amarillentas de una cuidad silente, escondida al otro lado de la ventana. Como una rafaga delgada de viento nuevo que atraviesa el vidrio de cuatro ojos parpadeantes y sincronizados.
Sarcasmo afilado, como un ángel con navaja o unas vacaciones en el infierno.
Como una risa fúnebre en el rincón más triste de la tierra.
Brillantes, destellantes sonrisas, encandiladoras sonrisas, enceguecedoras sonrisas, explosivas, vibrantes que dejan desmenuzado el ambiente abandonado, bajo un puente enmohecido; transformado en un punto ciego, invisible para el descenso de todo lo que habita.
Somnoliento, amnésica voz de instantaneo efecto.
Eres ramas, vidrios rotos, espejos en el desierto, algodones púrpuras, tormentas que vienen y van, ventoleras en la tarde, líquido eléctrico, impulso que no freno.
Eres instante en que el vivo e instante en el que muero, presente inmediato, fragilidad de burbuja y fuerza de terremoto, alegría en chispas, nostalgia en gotas, peligrosas dosis mortales de psicotrópicos tropicales, de caliz de viejas tribus y elixir de nuevos magos.
Ternura, sutileza, ironía.
Estaciones del año y momentos del día.
Humor, temblores de huesos.
Eclipse en el sol, maremoto de sangre.
Incertidumbre y consenso.
Existencialimo sin culpas.
Laguna de esporas mordidas.

septiembre 21, 2010

Infrasonía 44

Yo hace un tiempo te dije adios y era para siempre. No vengas a este sitio a decirle nuevamente hola, como estás.
Nada de lo que soy responde a tu nombre, (no me busques entre tus enmarañados planes)
Lo que fui, se desvaneció con un poco de desprecio. (el desprecio que me permito sentir)
No puedo entregarte nada, no pertenezco a tu planeta destruido, a las ruinas de tu memoria malograda, acusadora, perecedera
Veo a lo mejos tu expresión de asesino a sueldo, no me atrae, no me tienta, no me agrada.
Tus ojos son ahora un patético atisbo de ser humano.
S
e

Ca e n
L as Le
tras

No
exis

ten

para t
i.

Mi mano te bloquea con rabia, mis jos no te ven ni la sombra.
Eres el fantasma de un perro que se quedo bajo tierra, 5 años de tierra en tu cara, 5 años cunfusos escupo en tus zapatos. Quédate encapsulado en un fa de guitarra que ya no me interesa volver a escuchar.

Infrasonía 43

Oda a la suerte en la que no creo, a la fortuna, que por serme esquiva desdeño.
Reverencia con matices cínicos al camino liviano que forjan mis zapatillas.
Palabras dirigidas al espasmo de mi materia que se siente siempre vulnerable a (tu) tacto. Al suspiro tibio de mis pulmones manchados cuando se hace poco el aire en mis cargadas exhalaciones. Al tamborilleo constante de una masa sanguinolenta y enloquecida, en cuenta regresiva, bomba de moléculas agitadas al pensar (tu) alguna presencia eléctrica.
Dirijo palabras azarosas al miedo de quererte así de tanto, al vértigo de tus pirómanos ojos que incineran mis cuerdas vocales.
Me dirijo sintiéndome pequeña y poco digna de las vibraciones involuntarias que genera (tu) el dióxido psicotrópico de los mecanismo vitales.
Pequeña rata insignificante, pusilánime y temeraria, me lanzo al pantano desconocido, empujada por las voces que no salen de mi cabeza, que oculto con destreza cinematográfica. (o no tanta)
Avergonzada con las mejillas sonrojadas y los dedo fríos, funcionales sólo cuando se enredan en tu pelo y acaso cuando sostienen este lápiz, acaso cuando sostienen un cigarro, acaso cuando hacen callar a mis labios con motor impulso.
Perturbada y encandilada avanzo por los rieles que contruyo, escapando de mi cerebro traidor y justiciero del equilibrio, cable a tierra.
Pasaje de vuelta.

Infrasonía 42

Esferas multidimensionales: Entrelazadas, sobrias, aterrizadas.
Droga neblinera y nubosa: Desaparecida, diluida en las corrientes que me surcan y conforman.
Lugar: Ausencia de espejismos, población de cosas muertas. (Mi mirada en abstinencia)
Garaganta seca.
Pupilas de vidrio.
(Miedo infantil)
Viene de golpe la electricidad color petroleo, se asienta en mi estómago, perturba mi pulso, desangra mis órganos.
No sé como llamarte, vacío oculto y disfrazado. No sé detener tu estrategia trepadora.
Llamarte nostalgia sería error, pedirte explicaciones no me lleva a ningún sitio.
No eres miedo, no eres ansiedad.
Sensación sucia que empaña mis costillas.
Noche insegura, nicotinizada, sangrienta, llorosa.
Paisaje desértico: Ausencia de anonimato.
Final lánguido y postergado a mi fantasaía de cura, rebelión anti natura.

Infrasonía 41

No puedo controlar el ánimo, no sé que tengo que me vuelco sin remedio sobre arenales infectados.
Me idiotizo y me empeñezco, me entristezco sin motivo. Me son ajenas las palabras dulces, se reflejan en mi armadura escarlata.
No sé que tengo que no evito, caer corriente abajo dentro de mi propio abismo congelado.
Hago de miradas trizas, de pedazos de tiempo residuos.
Y la realidad se me hace tan real que no logro descnectarme a tiempo, demasiado consciente de mi peso sobre esta silla, demasiado despierta conozco la activación de mis mecanismos defensivos.
Me corroe algo la garganta, el pecho. Y es tan inutil buscar sentido que me pierdo dentro de mi misma, gigante espacio de colores lúgubres, gigante espacio lleno de aire seco.
(No entres, es horrible aquí dentro)
Del caos interno no me fío, del dolor que no se ha ido temo, de la frustración de continuar viva alimento mi expansiva, contagiosa y terrorífica forma de divagar entre los terrestres parajes a los que estoy atada.

septiembre 14, 2010

Infrasonía 40

Tienen algo de codicia mis sueños, vida propia, entes completos. Vivaces imitaciones de estar despierta.
Tiene algo de telúrico y de inoperancia, mi cuerpo desvanecido que no logra mantenerse activo. Pesadumbre en las pestañas, inestabilidad en el paso y el pulso.
Tiene algo de confrontacional mi colchón, hervidero de monstruos. Como una lucha inmediata es el contacto de mi espalda, horizontal a merced de sus fibras.
Tiene algo de vidas pasadas mi retorno, cuando despierto en otro cuerpo como ahora, viajera del pasado detenida en este tiempo. Algo de oscurantismo en la doble vida, algo de locura en mis momentos cuerdos, algo que no anda bien en mi organismo.
Tienen algo de suicida mis sueños, corazón enn huelga a punto de matarme de un infarto, quijada tensa a punto de cortar mi lengua en dos, pelo revuelto asfixiándome de a poco.

Me desangro.

Me detengo.

Me duermo.

Me despierto.

septiembre 12, 2010

Infrasonía 39

Aunque se me hagan trizas los ojos y caigan destrozados en medio de toda esta arena, aunque el relato sea breve y sin destinatario, aunque vuelen algunas sílabas como fibras invisibles por una cuidad de tonos crudos. No tiene sentido el explicarlo, no encuentran su cause las razones.

Ya perdió el motivo el pulso, la primera atracción de gravedad de mi mano sobre estas teclas ha desaparecido por completo, se ha consumido el minuto que me persigue, el segundo que me persigue, la destrucción inmediata trás mi espalda.

Y perdió el norte el punto final, se quedó en un boceto que divaga, torpe entrometido entre las ruinas de mi percepción borrosa.
Se incrusta en una roca la finalidad última de mis cordiales y nauseabundas intenciones, se difumina en el horizonte que dibujo, la noción traicionera de un propósito.

Estallan bombas.
Se pierde el camino.
Enloquecen los sentidos.
Se intenta, se resiste.
No se puede, es inútil.
Recuerdos, proyecciones.
No se puede, es inútil.
No se tiene pasado, no se tiene futuro.
Se consigue sólo esto, el impalpable destello de vida que me da forma, me angustia, me calma, me conserva en el limbo.

septiembre 07, 2010

Infrasonía 38

Río abajo mi mierda violenta, leve el suspiro de mi pecho abierto, mi boca mordida sangrando demencia. Una uña enterrada en el fondo de una grieta fresca, alarido placentero de la crudeza interna.
Dureza que increpa mi entraña sangrante, apuñalo el tormento, me consumen mis gritos.
Profiero blasfemias. Muero perpetua.

Cae por mi frente mi mierda violenta, incinerado el alivio de mis pulmones hinchados.
Me dejan sorda las explosiones turbulentas, no aguanto un segundo, me aniquilo en tormenta.
Desaparezco cadavérica, pálido mi cuerpo golpeado.
Encuéntrenme desagranda, alimenten buitres con mi carne.
Encuéntrenme desgarrada, azotada, masacrada con violencia.

Infrasonía 37

I'm drinking my blood. I'm sucking my sadness.
I'm trying so hard. I'm bleeding my madness.
It isn't anybody's fault, is just me and my weakness.
I can't show you my demons, I can't forget them at all.
I'm praying my freedom but I can't do it alone.
Needing some punishment, hoping some silent help.
Floating in nobody's land, hating with no reason, humiliation tears, burning drops falling from my veins
I'm consuming your time and maybe I don't deserve it.
I'm afraid about what I'm doing, about this long fucking search into my empty soul, into my sleepy eyes.
Please don't come over, don't send me your pity, don't look at me that way because I'm doing my best, 'cause I can't have a breath with all this pain.

Infrasonía 36

¿Y si te digo que yo te divise hace años cuando aun no pensabas conocerme?
¿Y si te digo que son mis sueños de los que estás hablando? ¿Me creerías?
Si te digo que mi subconsciente ha creado estos espacios, que estas telas de araña son trampas de mi mente para mantenernos cerca.
Son los edificios mis animalejos, soy un invertebrado con dolor de espalda.
Soy ojos que se cierran a media tarde, soy la personificación de una canción lenta, melancólica y automutilada.
¿Me creerías si te digo que todo esto lo he vivido antes?
Por que somos planetas en sí mismos, porque estamos hechos a la semejanza de la imperfección imperecedera, porque somos inermes seres desnudos, llorando bajo la influencia de los estímulos que nos privan el sueño...

Infrasonía 35

Repulsión por las maneras.
Órbita lejana y extraña.
Costumbre molida.
Abrasivo el aire, el sol, el azar.
Dimensión que me rechaza.
Lugares que me expulsan.
Personas que no tolero.
Palabras que salen solas.
Amabilidad disfrazada.
Sonrisa fácil, cínica, pusilámine.
Ánimo de cerro, cara de día nublado, labios blancos como la vejez.
Y aunque intento mirar el cielo, la mirada se entierra en mis zapatos.
Persigo mi sombra, le piso los talones al portal, a transformarme en sombra, en aullido desvanecido, a dejar de estar, dejar de pensar que estoy, dejar de hacer que el resto piense que existo cuando no es así, cuando lo más probable es que sea un holograma que aglomera las particulas asquerosas que un día esparcí por los rincones.

septiembre 06, 2010

Infrasonía 34

Embaucada por el destino, aunque no crea en el.
Me torció la mano el pasado.
Las razones las inventé, me las comí de a una y ahora rompen mi cuerpo por dentro, eran bombas ERAN BOMBAS silenciosas armas de guerra, dispositivos asesinos que yo misma cuando volví desde el futuro.
Y los regalos no fueron regalos, fueron castigos sofisticados.
¿Tú sabías de esto? Tú eres quizá cómplice de mi derrota.
Fue un plan quizá, maligno, terrible.
Mentida por mi fantasía no puedo moverme, ya es tarde, me pilló por sorpresa.

Me vestí de caos, me revolví en la tierra, me declaré la guerra.
Y todo fue mentira y nunca me sentí tan ajena y nunca me sentí tan despierta.
No pensé ser capaz de instalar esta sensación de destrucción, la odio y no la puedo quitar, no puedo quitar mis ojos de aquella idea que descansa en mi cerebro, la idea de haber creado un paralelo universo negro, donde los planetas son azotes y el viento me corta la garganta.

Infrasonía 33

De sentir mi mente hinchada con ideas revoltosas surge mi silencio, mi encierro y mi desconfianza.
Me llaman manipuladora y tienen razón, me siento perversa titiritera de entes aferrados a la falsa idea de quien soy. (no tienen idea)
De escuchar lo que callabas surge mi miedo, mi repulsión por mí misma.
Me llaman traidora y tienen razón, no tenían para que confiar.
Me muerdo una lengua afilada que hasta a mí me lastima, me enveneno de mí misma.
De ver en los reflejos mi expresión mentirosa, surge mi bipolar estado de ánimo, mi peligro de muerte, mi anhelo de castigo.
Me llaman muerta, me llaman perra, me escupen sus lágrimas.
Me llaman tortura, me gritan pecados, me atribuyen derrotas.
Tienen razón, nunca finjí ser otra cosa.
No me llamen para decirme quien soy.

septiembre 04, 2010

Infrasonía 32

Podría quemar el cielo quebrando cada estrella viajera.
Podría ponerme el viejo traje se asesina sin sueldo, recorrer las calles viejas que conozco de memoria.
Podría pasar desapercibida esta vez, que no me vea esa madre, que no me vea ese hermano.
Podría pasar a través de esta vida como una espada que corta el viento.
Nadie sabría mi nombre, sería todo tan casual.
Podría ser gentil. Podría maquillarme del color de la cuidad nocturna.
Podría arrepentirme a medio camino y aún así no abortar la misión.

Oscuridad sin ruido.

¿Puede alguien escucharte? ¿Puede alguien perdonarte?
¿Está muy oscuro? ¿Tienes miedo? ¿Te estás riendo? ¿Hace frío?
Yo me fuí hace mucho tiempo de este lugar.