noviembre 23, 2010

Infrasonía 58

Y como no me siento culpable sólo pienso que no es mi culpa no tomarme nada muy en serio, no es mi culpa gastarme la vida en gritos.
Porque aunque pienso ser fuerte nunca lo dije en voz alta. No es mi culpa que mis pupilas se desvanezcan como argollas de humo, no me culpo de a veces querer correr muy lejos.

No es mi culpa que mis lágrimas de vayan al mar y que siempre deje que las personas miren a través de mí. No es mi culpa que me corten tantas veces de escena.

(Pero es como si te parecieras a mí esas veces, en las que me siento caer sin fondo, en las que siento que no sé de dónde realmente vengo. [entonces acepto que eres como yo y que no existo sólo para mí])

No es mi culpa que los días me boicoteen siempre, no es mi culpa que las nubes siempre me digan que lloverán sobre mi cabeza algún día, que el sol, descuidado me confiese sus ganas de quemarme desde dentro.
No es mi culpa que mis ojos no confíen en ningún dios.
No es mi culpa recordar siempre sólo las veces en las que he estado tan mal.

NO es mi culpa ir de cacería de mi propia alma.

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