enero 27, 2011

Infrasonía 81

Encuéntrame de nuevo aquí, reventando el piso con mis zapatillas, mintiendo, sonriendo y vociferando.
Encuentrame intoxicada o mejor muerta, con las mejillas azules de frío y la voz apagada.
Encuéntrame con las uñas rotas, incrustadas en el suelo. Con los ojos hinchados, con los ojos perdidos, con los ojos en el suelo, con las cuencas vacías.
Encuéntrame afiebrada, delirando sobre viejas costumbres y viejos rostros, magulladas las piernas, violentados los brazos, forcejeadas las ideas.
Encuéntrame y entiérrame, olvídame en tres segundos, en un respiro de tus pulmones aguerridos, en un intento salvaje por saltar hacia otro lado.

Veo el oceano que han creado mis venas, en el piso de una habitación cualquiera. Veo las luces colgando del techo, veo un pájaro negro posado en la ventana, veo lo que no quise ver. Veo lo inquebrantable hecho mierda y lo increíble sucediendo a mis espaldas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario